Últimamente la madera ronda una y otra vez en mi cabeza. Siento debilidad por las cajas de madera, esas que utilizan para almacenar las frutas, para transportarlas y que lleguen a los mercados. Esasss, Esas… son mi perdición. Cuando voy a comprar las frutas y las verduras y veo que están sacando una caja vacía para tirarla a la basura, siento inmensas ganas de ir a buscarla y rescatarla. (soy así)
Ya mi frijolita cumplió 8 meses y se pueden imaginar la acumulación de juguetes que tengo. Sinceramente no te das cuenta, entre los regalos que te dan y lo que tu vas comprando para su estimulación, te vas llenando de cosas poco a poco y sin percatarte. Al principio los iba colocando en uno de los sofá, luego los iba repartiendo en cada uno de los lugares donde ella juega pero ahora ya van siendo un número bastante grande de juguetes y la sala ya parece un caos cada mañana, así que decidí buscar una caja de almacenaje, una provisional claro esta. Porque he pensado en buscar una caja de madera, ponerle ruedas y que sirva de almacenaje de los juguetes de la peque.
Cualquier parecido con la realidad (de mi sala) es pura coincidencia.