¿Quién dijo que casarse en el campo no era elegante? Sino me hubiera casado en la playa muy posiblemente hubiera decidido hacerlo en el campo. Entre montañas, mucho árboles, y muchas muchas pero muchas flores. Y por eso esta boda llamó mi atención y me cautivó con cada uno de sus detalles.
Me pareció una celebración simple y estilosa, sin muchas arandelas y con un estilo rústico que tanto me está gustando ahora. Tiene ese toque especial y diferente que aporta la naturaleza. ¡¡Es fantástica!!