Ya hace tiempo que les hablé de tener un photocall en una boda, yo tuve uno y no pudo ser más divertido. Le da un ambiente de «locura» a la boda, ayuda a que los invitados sean ellos mismos y se alejen del protocolo para dar lo mejor de sí y hacer el «tonto». Además que es un recuerdo único y que te asegurará unas risas en el futuro. Siempre apuesto por un photocall… y nunca me defrauda.
Hoy he recopilado algunas imágenes de photocall de bodas que pueden servirte para montar uno el día de tu matrimonio. No suelen ser costosos, con un poco de imaginación y siendo un poco recursivo, tendrás el tuyo.
vía: «I do» it yourself
El éxito del photocall radica en el fondo que elijas para colocarlo y en los accesorios que utilices para que tus invitados se diviertan. Frases divertidas, tableros pizarra para escribir cualquier cosa que se les ocurra con imágenes que lo acompañen, hacen parte del atrezzo para tener un divertido espacio en tu boda.1/2/3
Y bueno, este panel de inspiración está formado por 3 etapas: la primera es elegir el lugar y adecuarlo para que sirva para todos los posados. Un espacio acogedor, y con los diferentes atrezzo que has elegido para la ocasión.
Elegir el fondo que quieras, hay millones de posibilidades y millones de fondos que puedes utilizar, aquí 3 diferentes e igual de bonitos.vía: Loving…Wedding
Y por último, elegir el atrezzo o los accesorios con que se divertirán tus invitados, frases chistosas, pequeñas pizarras de tiza, sombreros, gafas, letras, y todo lo que se te ocurra para hacer este momento inolvidable.
Esta ha sido mi selección, puedes ver muchas más en mi tablero de Loving…Wedding en pinterest.!
¿Y tu quisieras tener un photocall? ¿Qué te pareció la idea?
Puedes seguirme en faceboook aquí e instagram aquí.
Que pases feliz miércoles!
Como invitada sobre todo, me encantan!! Cuando no es el momento de bailar pero tampoco de quedarte sentado, son ideales.
Me encanta los photocalls que presentas.
Te invito a pasarte por mi blog: http://debodaconangela.wordpress.com/
Pingback: Después de 365 días escribiendo… | Pepita Pancracia