Soy fan de las tradiciones, me gustan las familias que año tras año, generación en generación adoptan las mismas costumbres, es una bonita forma de recordar a aquellos quienes la empezaron y la manera en que te la enseñaron. Yo recuerdo muchas de mi familia y las llevo en mi corazón muy presente. Y la familia de mi marido tiene otras tantas que también me gustan un montón. Y desde que formé mi propia familia sabía que quería crear algunas. Así que estas Navidades empecé.

Era la primera Nochebuena que mi pequeña estaba con nosotros, el año pasado sólo era un fríjol y no se dió cuenta de nada, y aunque este año tampoco se entera de a mucho, quiero recordar y recordarle que desde su primera Navidad, ella tendría un regalo especial debajo del árbol, independientemente de lo que le pidiera al niño Dios o a los Reyes Magos.

Vía: MartineBeherPhotography

Estoy anhelando mucho el día que podamos leer cuentos juntas, que podamos compartir ese momento tan bonito. Así que para estas navidades a todo el que quisiera regalarle algo a mi frijolita, le pedía un cuento, hasta un cuento de plástico para la hora del baño pedí. La lectura enriquece y hace que vuele la imaginación de los más pequeño. A mi particularmente, me encanta leer y me gustaría que ella tomara ese hábito también. El momento cuento lo espero con locura!!!

Así que me fui a la librería de toda la vida de donde vivo y busqué un cuento para regalarle en Navidad. Un cuento con ilustraciones bonitas, y bien llamativas. Un cuento que contara una historia diferente, un cuento que tuviera un mensaje bonito y que tuviera un vocabulario fácil. Así que cuando estuve ahí y veía cientos y cientos de libros, vi uno que me llamó la atención, lo leí y me gustó mucho y sobre todo me dió una idea para comenzar una tradición: regalarle un libro por Navidad, un libro que hable de esta fecha, o uno que haga referencia a esas festividades, o que tenga decorado navideño o que sea propicio para esa época del año. Este primer año le he regalado un «Canguro por Navidad» de la editorial Lata de Sal.

Cada 25 de diciembre recibiría uno y podríamos hacer nuestra caja de libros Navideños, y cada año la sacaríamos con el árbol y cada año la guardaríamos hasta las siguientes Navidades. Así el momento abrir la caja de los cuentos de Navidad se convertirá en toda una experiencia y esperaría con mucha ilusión que llegue el día para poder abrirla y volver a leer una y otra vez los cuentos que le he regalado.

Estoy ansiosa y todo!! Pero las tradiciones toman tiempo y debo esperar varios años hasta que ese momento se vuelva especial para las dos. (o más bien que ella sea consciente de algo). Para mí ya lo es y deseo darle a ella todos los años su libro de Navidad…

Quisiera atesorar esos momentos con mi hija y guardarlos siempre en mi memoria y mi corazón.

Y tú, ¿Qué tradiciones navideñas tienes? ¿Qué haces cada Navidad con tus hijos o tus hermanos o tus papas?

Feliz día y que construyas tradiciones….